Cuando una mujer/joven se ve forzada a llevar adelante un
embarazo no deseado, esto tiene efectos en el hijo o la hija que lleva a
término. Muchas mujeres/jóvenes tienen que enfrentar una situación de embarazo
no deseado porque no tuvieron acceso o no utilizaron anticonceptivos, por
violación o porque sencillamente el método de prevención que utilizaron fallo.
El Estudio de Praga siguió por 35 años a los "nacidos
no deseados" de mujeres a quienes se les negó dos veces el aborto del
mismo embarazo no deseado. Se siguió a 220 niños/as nacidos entre 1961 y 1963
para estudiar su desarrollo y bienestar mental, las conclusiones establecieron que existe un mayor riesgo de un desarrollo
psicosocial y bienestar mental negativos en la adultez de los hijos e hijas de embarazos no deseados.
Los principales resultados de dicho Estudio determinaron que
los/as nacidos/as de embarazos no deseados:
- Tuvieron una prevalencia más alta con el tratamiento psiquiátrico en cualquier momento de sus vida
- Recibieron notas más bajas en lenguas
- Fueron calificados menos favorablemente en el desempeño escolar, la diligencia y comportamiento por sus maestros/as y madres
- Fueron "rechazados como amigos" por sus compañeros/as con más frecuencia
- No continuaron con la educación después de la secundaria
- Reportaron estar significativamente menos satisfechos con su trabajo, tener más conflictos con sus compañeros/as de trabajo y con sus supervisores/as; menos relaciones sociales y menos satisfacción en las relaciones con amigos/as y más decepciones en el amor
- Habían sido sentenciados/as a prisión con más frecuencia
- En el caso de las mujeres, eran con más frecuencia solteras y/o divorciadas
- En el caso de los hombres, tenían parejas femeninas que habían experimentado significativamente más abortos y más reincidencia de abortos
Estos resultados del
Estudio de Praga fueron determinantes
para que el Gobierno de Checoslovaquia
(en ese entonces) desintegre las comisiones de aborto en 1986 y estableciera el
aborto legal y seguro, para que esté al alcance de las personas a simple
solicitud antes de las 12 semanas de embarazo.
El Estudio de Praga demuestra que obligar a las mujeres a
llevar a término un embarazo que no desean tiene repercusiones negativas en la
generación que se engendra de estos embarazos. Los embarazos no deseados tienen
un costo negativo que va más allá de cómo afecta y cambia la vida de las
mujeres que llevan adelante estos embarazos, sus hijos e hijas también pagan
este precio.
Bibliografía
David HP. Nacidos no deseados, 35 años después:
el Estudio de Praga. Reproductive Health Matter. 2006; 14(27):181-190.
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