Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer


El derecho de las mujeres a gozar de salud integral a lo largo de todo su ciclo vital, es un derecho humano universal consagrado por el sistema internacional de derechos humanos.
La salud integral, por su parte, no es un hecho meramente biológico, sino que responde más bien a factores biopsicosociales, y depende del lugar que las mujeres ocupan en la sociedad (determinantes sociales de la salud), de su capacidad de acceder a los recursos materiales y simbólicos para vivir una vida digna, con igualdad de oportunidades, exenta de violencias. Una vida en la cual la sexualidad y la reproducción se ejerzan desde la autonomía y la libertad.
En 1996, la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos inició un proceso de evaluación de esta Campaña para ampliar su enfoque temático a la luz de nuevas problemáticas que afectan negativamente la salud de las mujeres. Las organizaciones latinoamericanas y caribeñas se reunieron en Cuenca, Ecuador, y decidieron desde entonces impulsar en la región la Campaña por el Ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos, bajo la coordinación de la RSMLAC (Red de Salud de Las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe).
Desde esa fecha hasta ahora, la RSMLAC ha coordinado cada 28 de mayo llamados a la acción, priorizando temas como la calidad de la atención, los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes, la ciudadanía en salud, el grave impacto del aborto inseguro, la agenda de la Conferencia de El Cairo y los derechos sexuales y reproductivos, e incluso retomó la temática de la mortalidad materna como una demanda de justicia social, considerando que no se ha avanzado sustancialmente en erradicarla.


Las campañas sobre la violencia sexual llegan al Whatsapp y Redes Sociales


Líderes de organizaciones sociales y personal del servicio de salud y educación trabajan articulados en campañas a favor de los derechos sexuales y derechos reproductivos (DSDR) de los y las jóvenes y la prevención de la violencia sexual.




La violencia sexual es una de las peores formas de violencia hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes (NNA) y mujeres, que lamentablemente crece de una forma monstruosa día tras día en nuestro país, el mismo es evidenciado en los noticieros, sin contar con aquellos casos que quedan en la clandestinidad; por miedo, vergüenza, falta de información o simplemente no reciben la atención debida por parte los servidores públicos.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el 21,2% de mujeres solteras, por ejemplo, sufren violencia sexual, siendo el más alto porcentaje de 46.5% la violencia psicológica.

Frente a esta realidad y a raíz del incremento de casos de violencia sexual en todo el territorio nacional, Ipas Bolivia realizó en el departamento de Santa Cruz de la Sierra, campañas informativas de concientización y prevención de la violencia sexual y DSDR, a través de las redes sociales como el Whats App y Facebook. Las mismas estuvieron dirigidas a líderes de organizaciones sociales e instituciones públicas de salud y educación.



El objetivo de la campaña fue llamar la atención de la población sobre esta realidad en la que viven los NNA y mujeres víctimas de la violencia sexual, violencia que está presente en todos los grupos sociales bolivianos.

El impacto que generó la campaña, fue positiva en las y los líderes aliados, quienes motivados reproducían el mensaje a sus contactos, grupos de amigos, grupos de trabajo, familiares, miembros de su comunidad y organización.

Tal fue el compromiso que lo reprodujeron varias veces, e incluso lo pusieron de foto de perfil en sus redes sociales durante varios meses.Y manifestaron lo siguiente: “Este tipo de campañas son importantes para generar conciencia en la población, más aún en los jóvenes quienes son los que más acceden a las redes sociales y a través de este medio podemos contribuir a la prevención”, afirmaba Octavio Flores, representante de la FEJUVE del Municipio de San Julián.




Asimismo, Gonzalo Rosales quien es parte del Control Social del Municipio de Montero manifestaba, “Últimamente en las noticias es el pan de cada día los casos de violencia sexual, por eso es importante transmitir este tipo de información para que la población reconozca y denuncie cuando es víctima de este delito”.


Es por ello, que Ipas Bolivia viene trabajando por el bienestar de la población, contribuyendo a la erradicación de la violencia sexual a través de campañas informativas y talleres de sensibilización, prevención, etc.  Con la finalidad de concientizar a la población sobre dicha problemática, para que en el momento dado sepa qué hacer, dónde acudir, cuando un NNA y mujer sea agredido, y de esta forma brindar una atención oportuna a la víctima.
Es evidente, la necesidad de luchar en contra de la violencia sexual, violencia que deja huellas irreparables en las víctimas. Sin duda, queda un gran camino por recorrer y juntos podemos aportar para minimizar y erradicar y sobre todo prevenir la violencia sexual en nuestra familia, comunidad y país.


Un artículo por: Trinidad Carrillo- Consultora Acceso - Ipas Bolivia 


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LA ANTICONCEPCIÓN ES TAMBIÉN UN ASUNTO DE VARONES


"Motivos y razones del por qué los varones debemos asumir el uso corresponsable de un método anticonceptivo temporal o permanente”


Los varones por el constructo social machista que nos influye la sociedad, es difícil que aceptemos participar, aportar y colaborar en temas como la sexualidad, salud sexual, salud reproductiva, métodos anticonceptivos, derechos sexuales y derechos reproductivos y el aborto como una realidad, en una forma de corresponsabilidad con nuestra pareja.


Es típico escuchar o enterarse de que muchos varones ante un embarazo no planificado o no deseado, realicen la siguiente pregunta: ¿Por qué no te has cuidado?, ¿Por qué no has avisado que había posibilidad de que te embaraces? o en casos extremos negar o dudar la paternidad; con estas actitudes evasivas de asumir la responsabilidad violentamos la honra, la dignidad y la salud psicológica de una mujer.  Asimismo, atribuimos todas las consecuencias físicas, psicológicas, sociales y económicas, además de practicarse un aborto, arriesgando su vida, ya que el aborto al ser penalizado es realizado en condiciones de riesgo, y además puede ser denunciada  y ser apresada[1]. Por tanto, se convierte en la única responsable de cuidarse o de usar un método anticonceptivo.



Nosotros los varones, quienes somos fértiles en toda relación sexual, quienes somos corresponsables de todo embarazo deseado o no deseado, planificado o no planificado, asumimos o escapamos de nuestra responsabilidad, claro que en esto hay una minoría excepcional que asume la responsabilidad.


En nuestro país, en los últimos años se han promocionado los servicios de salud sexual y salud reproductiva, a través de campañas de orientación y planificación familiar, socializando el uso de métodos anticonceptivos para la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ITS), VIH/SIDA, etc., además, de embarazos no deseados, que pueden terminar en abortos inseguros.


Sin embargo los varones no tomamos conciencia aún de que la sexualidad es una responsabilidad compartida. Y las mujeres, en diferente medida, están cada vez más asumiendo y potenciando la información para acceder a los servicios en salud sexual y salud reproductiva, a pesar de que se enfrentan a muchos prejuicios sociales y estigmatización, empezando por su pareja, su familia o su entorno de trabajo; en esta sociedad aún machista es inadmisible que la mujer decida sobre su cuerpo, su vida, sus proyectos y sueños personales. 

En definitiva, la planificación familiar debe considerarse tanto para evitar un embarazo no deseado, como para asumirlo en el momento en el que la pareja o la mujer lo deseen.  Además, la planificación familiar también incluye otros aspectos como:


·      La educación sexual.
·      Prevención y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual.
·      El asesoramiento antes de la fecundación, durante el embarazo y el parto.
·      El tratamiento de la infertilidad.


En los países pobres, la planificación familiar contribuye incluso a salvar vidas y a mejorar la calidad de vida. Una correcta planificación familiar aporta múltiples ventajas tanto a las mujeres, a su familia y a la sociedad en general.
Todavía los varones no asumimos la responsabilidad de usar métodos anticonceptivos, no respetamos la decisión de nuestra pareja, si usa métodos no colaboramos en que sea efectivo. Sin embargo, hay una población emergente que está asumiendo el uso de métodos anticonceptivos temporales o permanentes como la vasectomía.  Asimismo, el mercado y la ciencia están contribuyendo al acceso de métodos anticonceptivos para la población masculina.
Quienes asumimos la anticoncepción, quienes queremos vivir sin ningún tipo de violencia; como la violencia sexual, embarazo forzado, aborto forzado, anticoncepción forzada, esterilización forzada, matrimonios forzados en general somos por ahora una minoría excepcional, ¡súmate!
Como varones debemos luchar por el ejercicio pleno de los derechos sexuales y derechos reproductivos y debemos trabajar porque estos derechos se respeten y se asuman como políticas públicas serias se salud.


Artículo por:

Estanis Rojas- Líder juvenil – Activista DSDR, Potosí.



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