VIOLENCIA SEXUAL UN PROBLEMA DE DÍA A DÍA
Hagamos
algo que permita elevar la sensibilización pública, además de promover la
tolerancia cero hacia la violencia sexual, en el marco del ejercicio
profesional, de responsabilidad y compromiso social.
La
forma en la que nos informamos ha cambiado radicalmente con el tiempo.
Recibimos noticias por todos los medios que nos muestran que vivimos una cruda
realidad en nuestro país, ya que es común encontrar noticias que hablen de la
violencia sexual, feminicidios, etc.
En este contexto, Ipas Bolivia, una organización
caracterizada por la lucha de los derechos sexuales y derechos reproductivos,
trabaja, apoyando en la prevención de hechos de violencia sexual mediante el
uso de las nuevas tecnologías como es el Whats
App. A través de este medio se realizan campañas de información, y en
esta oportunidad se difundió una infografía,
que
aporta información sobre “violencia sexual”. Difundimos y compartimos la
infografía con nuestros líderes comunitarios y líderes aliados de los servicios
de salud, quienes fueron los actores y ejecutores protagonistas en la
propagación del mensaje, generando cadenas de información con sus contactos,
grupos de chat y otras redes como el Messenger y el Faceboock, trascendiendo
incluso los límites territoriales.
Se
logró captar
la atención e interés de hombres, mujeres, jóvenes,
adolescentes, médicos, trabajadores sociales y otros profesionales, de las
zonas de Chulumani, Caranavi, Viacha, La Paz y Patacamaya, quienes se
comprometieron a socializar y difundir la información a través de las redes sociales.
Por
otro lado, algunos varones se sintieron aludidos, manifestando: “¿por qué me
envías a mí este mensaje?; ¿te hice algo para recibir este mensaje?; ¿Qué pasa
esto no es para mi verdad?”, entonces se les explicó el mensaje y el objetivo
que tenía, el de sensibilizar en torno al tema e informar, quizá ellas y ellos
se puedan convertir en defensores de los derechos de las mujeres.
No
obstante, se tuvo una respuesta que realizó una mujer adulta, médico de
profesión que desarrolla su trabajo en el hospital en Patacamaya. Fue invitada
a participar de la campaña, y al momento de hacer la difusión del mensaje, ella
expreso: “…este mensaje es muy
fuerte…para ser ser reenviado a mis contactos…” y ante esa afirmación la
respuesta fue “¿no son más fuertes las
noticias que se difunden todos los días sobre violencia sexual contra las
mujeres, niñas y adolescentes?”, ella me miró, volvió a ver el mensaje y
por unos segundos guardó silencio, asintió con la cabeza y empezó a compartir con sus contactos y grupos
de Whats App.
Esta reacción me hizo
pensar en el ejerció profesional, el compromiso social de quienes son parte del
servicio de salud, la responsabilidad y la sensibilidad ante una problemática
latente.
Existen formas de violencia, unas nos
indignan más que otras, pero solemos quedarnos en el lamento por lo ocurrido o
en la inercia de condenar el acto, pero no atender a las causas que la generan.
Más aún considero que se es cómplice de cuanto sucede si no se trabaja
decididamente para que no se sigan reproduciendo acciones de violencia, siendo
evidente su expresión “…este mensaje es muy fuerte…”, si sólo era un mensaje
que explicaba: ¿Qué es violencia sexual? y concluye indicando: “vivir sin
violencia es un derecho fundamental”.
¿Será que nos estamos acostumbrando a
los hechos de violencia? ¿Por eso la sociedad es indiferente y no hace nada
porque la violencia simplemente continuará?
En
nuestro país, uno se anoticia a diario, sea por la crónica roja o por otros
medios sobre una cantidad increíble de violaciones; principalmente contra las
mujeres adolescentes, niñas y niños, que dejan perplejo a cualquiera con tan
sólo imaginarlo. ¡Estos hechos sí son más fuertes! Hechos
que NO se denuncian, debido a la vergüenza, las amenazas, el miedo o la desconfianza
en el sistema judicial.
La indiferencia y la insensibilidad frente
a la violencia sexual nos está convirtiendo en cómplices silenciosos… y las víctimas
de ese flagelo continúan siendo invisibles y deja
desprotegidos a niñas, niños y adolescentes. Para ello, nosotros como líderes podemos:
- Convocar a las comunidades a través de la educación e información.
- Realizar alianzas con autoridades/instituciones para que se conviertan en replicadores de mensajes de no violencia.
- Ampliar el conocimiento y mejorar las actitudes individuales de los y las servidores/as públicos (policías, médicos, educadores, entre otros).
- Cambiar prácticas organizacionales y normas discriminatorias contra las mujeres y niñas mediante enfoques interdisciplinarios de campañas dirigidas a la igualdad de género.
- Establecer políticas específicas y proactivas contra la violencia sexual, de tolerancia cero.
- Impartir desde las instituciones la educación sexual, sobre los derechos sexuales y derechos reproductivos a grupos juveniles, organizaciones sociales y locales, basadas en la libertad e igualdad.
- Contar con una justicia efectiva dentro el marco de la ética profesional, de acuerdo a normas vigentes.
Por lo tanto, estamos
seguros/as de que no podemos resolver esta problemática solos/as. Pero sí
podemos realizar campañas de información, replicar o socializar mensajes de
prevención de violencia, a través de las redes sociales, problemática que causa
tanto daño a nuestra sociedad.
Las
opiniones vertidas en este artículo no representan la postura institucional.
Lic. María Ingrid Flores Yapu
Trabajadora Social
Consultora Acceso Comunitario
Ipas Bolivia